viernes, 6 de septiembre de 2019

Cabaña

Cabaña

Después de hacernos el amor durante horas siempre seguías tu ritual, te acercabas a la ventana de la habitación para tomar aire fresco y llenar tus pulmones con la brisa del mar, era nuestro rincón preferido del mundo.

Se oían las olas al fondo romper contra las rocas y tú seguías con tus costumbres, un buen vaso de agua y melena al viento, danzabas por la vieja cabaña de madera, a veces con una camiseta floja y otras veces desnuda, apenas había luz pero entre la luna llena y tú inmensa mirada azul se iluminaba el universo.

Después ibas a buscar tu guitarra e intentabas componer alguna de esas canciones que tanto me gustaban mientras yo, remoloneando en la cama, dudaba si estaba despierto o todavía seguía soñando. Era nuestro rincón preferido del mundo, era nuestro momento, era nuestro loco amor.

Marcos CL