lunes, 11 de mayo de 2020

Gotas




Nuestros cuerpos empapados en deseo se dejaron bautizar por aquel chorro de agua caliente, casi quemando, se intentaba hacer hueco en  medio del fuerte abrazo. Al fin los dos éramos uno mismo, el lugar se hacía pequeño para las piruetas que queríamos hacer, pero nos dio para todo y para más.

 Habiendo concordancia ¿qué importa cómo?,  amando con esta fuerza, ¿qué importa cuándo? Mientras nuestros ombligos estén pegados y el placer sea el mejor que podamos tener, que se pare el mundo si quiere, entonces te dije "ven a mi!“  y entonces entraste sin llamar, bien profundo y bien adentro, como a mi me gusta.
                                                                                                  Marcos CL

1 comentario: