Ya estaba cansada de juguetes, ya estaba cansada de máquinas
y artilugios fríos con o sin vibración, cosas que ya me hacen sentir poco y casi nada.
Volví a mis manos, a mis dedos hábiles, a esos momentos de fantasía teniendo
una cita conmigo misma.
Un encuentro donde no me hace falta la lubricación artificial,
todo funciona a las mil maravillas, húmeda, mojada, empapada, en ese orden mortal, en sincronía perfecta con mis caderas, con mi
culito haciendo círculos y respiración agónica con jadeos en soledad.
Acudiré esta noche de nuevo a
la cita, como cada noche desde que no se puede salir a la calle, en este
periplo de reclusión. Una cuarentena con sabores diferentes. Una copa de vino y
dos invitadas, yo y yo misma.
Encantada
de conocerme.
Marcos CL

Mmmmm ... La mejor de las citas. "Irene" se lo merece. 🍷🍷 Chin Chin
ResponderEliminar