sábado, 21 de diciembre de 2019
Sabat
Me levanté para preparar el desayuno en aquella mañana de sábado, no sé ni como había acabado desnuda en el sofá, me dolía el cuello y me hacía falta café. Me desperté porque Mica quería salir al jardín y me lamía la cara, bastante paciencia tiene conmigo, ¡¡¡pobrecita!!,sí no fuera por ella seguiría dormitando, muy revuelta de mente y estómago gracias a la media docena de Puerto de Indias con Sprite que me había tomado anoche. Aquellos gyn-tonic los cargaba el diablo.Tocaba levantarse.
Acabé el café en mi taza preferida y me tenía que disponer rápido para ir a comer a casa de mi madre, fui hacia la habitación para preparar la ropa y darme una ducha cuando, ¡!Joder!! que coño hacia aquello allí?, madre de dios!, me quedé atónita bajo el quicio de la puerta, perpleja y sin aliento. ¡¡Pero menuda loca que estoy hecha!! ¿Como había acabado aquel moreno durmiendo en mi cama?
En segundos me vino todo a la cabeza y mis neuronas empezaron a atar cabos, creo que me sobraban las dos ultimas copas en “Le Tavernier” y todo empezaba a tener sentido en mi cabeza, con razón tenia ese dolor en las piernas y en músculos que pensaba que ni tenía. ¡¡Me gustan estos sábados!!
Marcos CL
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