En buena hora nos tropezamos en el camino, justo cuando
estaba a punto de morir por locura, supiste mirar en mi interior y ayudarme a
salir de esa droga llamada dolor. Cuando un hombre se enamora de verdad, es una
auténtica bomba de hormonas. Todo se ilumina de repente con una luz especial, hay
una claridad increíble, aunque fuera esté diluviando como lo hace hoy.
Me resulta curioso que me respondas de la misma forma
que yo lo hago, sentimiento al mismo nivel de afecto, cariño y respeto. Me
respondes y me correspondes en cada charla que tenemos, mientras, nos vamos
conociendo poco a poco, pasito a pasito.
Los avatares del destino, esos que no tienen demasiada
explicación, gratas coincidencias como, echarle el ojo y la mano al mismo libro
en aquella biblioteca, sin duda, fue un gran acierto. Ese leve forcejeo por la literatura,
ese tira y afloja, resultó curioso. Por supuesto te cedí la obra con la condición
de que me la constases después dando un largo paseo junto al mar.
Mar y amor, amor y literatura, lectura y calma, tú y
yo. Vidas paralelas donde lo importante es lo verdaderamente importante. Caminos
inciertos y proyectos que van tomando forma. Tú ayuda, comprensión, tolerancia.
Tu educación y respeto por los demás, el amor con el que trabajas y haces todo
en la vida, es lo que me enamoró de ti. Me regalas toneladas y toneladas de fuerza
para seguir y conseguir todo eso que te cuento, todo eso que sueño.
Cuando ese
sentir es recíproco, todo va sobre raíles y resulta mucho más fácil. De la mano
lograremos lo que soñemos. Gracias por regalarme tu sonrisa desde aquella mañana.
Gracia por regalarme tu amor cada día desde entonces. Gracias por ser y estar.
Marcos CL

😍😍 muy bonito
ResponderEliminar