Lentejuelas

Nada mal para empezar el año. Llegamos de aquella fiesta privada en el Ática rayando las 8 de la mañana de aquel primer día de la nueva década.

Me sobraba la corbata y a ella las medias. Me encantó dejarle la falda negra de lentejuelas puesta al principio, mientras me sumergía en aquella piel buscando el remedio para mi sed.

Dulce textura entre mis labios con sabor a miel. Me relamía mientras sus manos apretaban fuertemente la almohada y sus jadeos gritando mi nombre rompían aquel silencio de la matinal coruñesa.

Le pedía que me diera otro dedicado y vaya si me lo daba. Intenso, venía galopante y sin demora. Me encanta sentir esa contracción mientras sus muslos aprietan mis orejas para dejarse ir. Hacer de aquella alfombra un lecho ideal para inaugurar 2020.

 Feliz año, feliz vida!!!

 Marcos CL