viernes, 31 de enero de 2020

Tosta





Cuando me miras con esos ojos intento disimular y hacer lo posible para normalizar la situación, me sacas una sonrisa y seguimos charlando o debatiendo. Me preguntas “¿Qué miras?” y yo intentando no ser falso, respondo “Te miro a ti”, cuando realmente lo que quiero decir es, te siento a ti, te quiero a ti, te deseo a ti.

Freno en seco las ganas por besarte mientras divagamos por temáticas gastronómicas o literarias. Me llega tu aroma con intensidad y me embriaga el cerebro. Intento evadirme y pensar en cosas de la vida diaria,  en un folio en blanco para resetearme y para que mi corazón y mis ganas bajen una marcha, apenas lo consigo.

Ojalá el reloj se parase en seco y nos quedáramos así, ajenos a la realidad de un lunes cualquiera, con tiempo gris y energía baja de cansancio postdomingo. Ojalá entre todas esas recetas de platos exquisitos, esté la pócima que me cure de este amor imposible, de esta enajenación mental que dices que no tengo, de este puro deseo, que no capricho de verano.

La despedida es dulce, aunque, en una oscuridad cómplice, resulte amarga a la vez, al tiempo se nos agota y toca separarnos, intento que no me afecte al sueño ni al camino, pero ya es complicado, ya estoy enganchado a ti. Pase lo que pase y pese a quien le pese, tú no eres ni una mas ni una menos, tú eres mi niña linda y así te quiero.
   
                                                                     Marcos CL

No hay comentarios:

Publicar un comentario