miércoles, 1 de abril de 2020

1000kms





Todo empezó como un juego de palabras en aquel momento tan extraño de nuestras vidas. El confinamiento no estaba siendo tan aburrido como pintaba en un principio, cuestión de organizarse bien y sacar provecho de las cosas que tienes por casa y la imaginación al poder. Su puesta en escena me cayó como agua de mayo para las cosechas, de casualidad y sin contar con ello, su energía invadió mi espacio solitario.

 De vidas completamente diferentes, pero con una conexión de energías fuera de lo común. ¿Quizás había encontrado la horma de mi zapato a 1000 kms de distancia? Sinceramente, ya se podía esperar de todo de aquel año y al menos, dentro de lo malo, tener unas cuantas raciones de alegría. Hablamos y hablamos durante largas jornadas contándonos la vida y las sensaciones que nos invadían.

 Yo particularmente me encontraba en un punto bastante sensible y parecía que todo se magnificaba, incluso la atracción sexual por aquella persona extraña, tan extraña hasta ese momento para mí. Simplemente nos dejamos llevar por el ritmo de las teclas en aquella mañana tan soleada. Me describió con detalle cómo sería darme un masaje tántrico y sucumbí al poder de la imaginación, ahora fortalecida por tanta fantasía que me aportaba esa alma gemela. Compartiríamos ese aceite de argán en la distancia siendo mutuo el placer que nos proporcionan nuestros dedos y nuestras manos.

Sensualidad, morbo, perversión, delicadeza, todas ellas, palabras que nos llevan al único y más grande sentido del ser, el vivir sin permiso, hacer lo que nos plazca en ese momento y en cada momento, hacer que fluya cuando surja. Sus palabras en la descripción me iban envolviendo de tal forma que la sentía a mi lado como una realidad deliciosa. Su arte para detallarme todo aquello estaba haciendo que mi boca se secase y mi corazón se me saliera del pecho.

 Excitación al límite de mis fuerzas, en dónde me marcaba el tempo a las mil maravillas, sin duda sabría que tendría su resultado apoteósico y así sucedió. Explosión por todo lo alto y fuera de mi cuerpo toda aquella tensión. Por momentos así uno debe creer en la magia de las personas. Sin tocarnos nos sentimos, sin besarnos nos amamos.
                                                                                               Marcos CL


2 comentarios:

  1. Haces que esa magia exista con esos relatos tan gráficos. 😘 Alm

    ResponderEliminar
  2. Genial como todo lo que estoy leyendo de ti...

    ResponderEliminar