Me provocas y te provoco para comenzar la batalla.
Latigazos de caricias, suspiros profundos en forma de jadeos y una respiración
agónica con cada hora que pasa. Sudor, amor y lujuria por nuestras venas,
placer en nuestros cerebros.
Te vengo y me vienes, una y otra vez. El sistema
nervioso se conserva tan sensible después de tantos orgasmos que ya no sabemos dónde
meternos o sacarnos.
Aprovecha cada momento pues el ahora jamás volverá, placer
que tienes, placer que te llevas, sobre todo si es como el nuestro, calidad suprema.
"Carpe diem"
Marcos CL
No hay comentarios:
Publicar un comentario