Me las fui
bajando lentamente hasta que llegaron a mis tobillos, después saqué un pie y
dejé el otro vestido con ellas. Me gustaba mucho esa imagen, quedarme con las
piernas alzadas mientras mis braguitas bailaban con ese vaivén, tambaleantes y
juguetonas como en el trapecio de un circo, no sabiendo bien sí caerse del todo
o quedarse tapando una mínima parte de mi anatomía.
La
sensualidad, sin duda, está llena de pequeños gestos que forman parte de ese
puzzle llamado fantasía. El morbo está compuesto por muchas cartas de la baraja
y quien mejor las juega gana la partida. Sin duda, en esta, los ganadores
éramos los dos. Mi lencería ya reposaba en el suelo de la habitación siendo
fiel testigo de lo que allí pasaría. Me dejaría hacer y que el placer fuese el
protagonista de la escena.
Marcos CL
Gracias por
la imagen @dannrodz
Corto,conciso y sugerente. Placer.♥️ Alm.
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